¿El final del colocation?

El servicio de colocation ha perdido mercado frente a otros servicios de mauor valor añadid

Ya hace tiempo que los servicios de colocation, también conocidos como servicios de housing, han ido perdiendo mercado frente a otros servicios de mayor valor añadido como pueden ser el hosting dedicado o gestionado; donde el proveedor de servicios asume toda la carga financiera y ofrece servicios de gestión sobre el hardware e incluso sobre el sistema operativo y las aplicaciones.

Los servicios de Colocation han sido en muchos casos el primer paso de un largo proceso de outsourcing que ha permitido la externalización de servicios y procesos no estratégicos en favor de compañías expertas en la gestión de este tipo de activos digitales. Esto ha permitido, que el cliente se dedique plenamente a su negocio y ha facilitado la transformación de sus departamentos de TI en centros de valor productivos. Dichos centros participan de la estrategia de la compañía y centran sus esfuerzos no en la gestión de los sistemas sino en la creación y en la innovación de servicios TI, no solo para sus clientes internos sino también para los clientes de su empresa, lo que en muchos casos ha supuesto una revolución para la compañía.

Nuevo modelo de externalización

No obstante, ha sido en los últimos años, que este proceso se ha ido acelerando. Diversos son los motivos para ello. En primer lugar, y probablemente éste ha sido el principal motivo, la madurez de las técnicas de virtualización y la evolución de esta tecnología hacia lo que ha venido en llamarse cloud computing. Principalmente en su forma de infraestructura como servicio (IaaS), y más recientemente con la aparición de la nueva generación de servicios cloud, Virtual Data centre ha provocado que a medida que las infraestructuras de TI se han ido amortizando y el consumo eléctrico ha ido convirtiéndose en un parámetro de coste más determinante, muchos servicios se han ido consolidando y se han migrado a soluciones basadas en el cloud ofrecidas directamente por el proveedor de servicios.

En segundo lugar, el largo proceso de crisis económica y financiera en el que aún estamos inmersos ha minado la capacidad de inversión de las compañías, lo que ha provocado que lejos de adquirir ellas directamente la infraestructura de servidores para alojarla luego en el Data centre del proveedor, ésta se ha contratado directamente a los proveedores de servicios mediante modelos financieros más beneficiosos, sobre todo los que ofrecen los servicios de cloud computing mediante el pago por uso, adaptándose totalmente a la dimensión y necesidades de la compañía en cada momento. En muchos casos, esto ha seguido posibilitando el crecimiento de la compañía y del departamento de TI, realizando las inversiones donde la compañía es más capaz de obtener un mayor valor y por lo tanto un mayor retorno sobre éstas.

Finalmente, y no menos importante, la confianza que han ido adquiriendo las compañías a lo largo del tiempo frente a la externalización de capas de gestión más elevadas de sus sistemas informáticos. Lejos quedan ya los tiempos en los que el empresario quería ver los servidores en su oficina cada mañana cuando llegaba; prácticamente todo el mundo ha comprendido ya que los riesgos de pérdida de información por robo, incendio o por no tener una infraestructura eléctrica o climática en condiciones son mucho más elevados que los que presupone el miedo de tenerlo todo alojado en un Data centre ajeno. Hoy en día muchas compañías han confiado la gestión de sus sistemas, sistema operativo y aplicaciones, a su proveedor de servicios gestionados. No olvidemos además una cosa, el desarrollo de las tecnologías de la información ha sido tan extraordinario en los últimos años que el deseo de administrarse los propios sistemas supone disponer de un personal altamente cualificado y experto en multitud de tecnologías, bases de datos, servidores de aplicaciones, redes, seguridad informática, por poner solo algunos ejemplos.

Tendencias

En cualquier caso, este proceso ha ido en la dirección de aumentar la eficiencia económica de los servicios e infraestructuras de TI, trasladándolos desde la empresa a un proveedor de servicios experto y especialista que aprovecha las economías de escala que le supone el dar servicio a múltiples clientes.

Todo ello ha provocado que muchos de estos proveedores de servicios de Hosting hayan dejado de ofrecer servicios de colocation o hayan restringido mucho su oferta, concentrando sus esfuerzos en servicios de mayor valor añadido. La realidad es que en la actualidad difícilmente se contratan ya servicios de colocation inferiores a un rack. Los servicios de Colocation han quedado prácticamente destinados a compañías grandes que quieren alojar su infraestructura física o de cloud privado y que ya disponen de personal cualificado internamente para su gestión, su escala se lo permite, o a proveedores de servicios que no disponen de infraestructura propia de Data centre y que subcontratan el espacio y los servicios básicos de electricidad y clima a otros proveedores.

Esta tendencia seguirá en un futuro próximo, la gran mayoría de compañías seguirá contratando servicios basados en el cloud computing, principalmente bajo modelos IaaS o SaaS, y los servicios de Colocation quedarán relegados a infraestructuras grandes, implementadas bajo modelos híbridos combinando infraestructura física y cloud privado con cloud público del proveedor, permitiendo así aprovechar lo mejor de cada entorno y obteniendo soluciones escalables, flexibles, seguras y eficientes tanto energética como económicamente.

Más allá tendremos que esperar a ver qué nos depara el progreso tecnológico.