SEO para periodistas

Lo siento, esto no es una oferta de trabajo –adiós sesenta por ciento de lectores– ni un curso bonificado –adiós, veinte. Esto que vas a leer no es más que un aviso para navegantes para aquellos que están dando el paso del noble periodismo al oscuro marketing digital.

Si las distintas crisis (del oficio, del papel, del país...), el destino o el interés real acaba de lanzarte entre extraños como CRO, CPA, CTR y un sinfín de siglas y anglicismos, no temas, otros han apartado ya alguna que otra zarza con su cara de bloc de notas para que pises un poco más firme. Incluso puede que descubras que esto del SEO no está tan alejado de lo que venías haciendo.

  1. Difunde las palabras
    En mi otra vida, la de periodista, un pelota me llamó una vez “profesional de la palabra”; bien, si eras eso, lo sigues siendo. Probablemente más que antes, atendiendo a la dedicación que emplearás ahora en pensar, escoger, contar y mover keywords. Y si la vida de freelance te hace cuestionar lo de profesional, lo que sin duda serás es un equilibrista: ya no vale con medir el tono, el estilo y el registro, ahora hay que sopesar también términos buscables, estratégicos y repetidos para encontrar el punto justo entre lo natural y lo robótico.
  2. Content is king
    ¿Ves? No todo es tan distinto: hay que tener imaginación para armar textos que circulen bien por las redes sociales. Aquello de la importancia de los titulares que aprendiste en la facultad, multiplícalo. Sustituye el límite máximo de caracteres por el mínimo y la hoja en blanco por las keywords de paso obligado; por lo demás, si tratas los textos como lo hacías antes será fácil repartirlos por la red. Ah, bueno, y ese detalle: si la "queen" del periodista es la verdad; la del marketer es la marca. No faltas nunca a ésta última –ella sí se entera.
  3. Google is God
    Graba esta ley a fuego en la alfombrilla del ratón. Google va a misa, y si quiere, misa va a Google. Viene a ser como el mejor anunciante de una publicación y su dueño, juntos. Si tu Domin Authority ha bajado, es tu culpa. Si Analytics no cuenta bien en 2013, es porque le da la gana. Si su Spider te ve una vez al mes, da gracias. Ningún videoblog, ningún curso guay, nadie conoce el secreto infalible para escalar SERP y lo de las wijas con Google Glass no funciona. Así que tranquilo, haz lo que puedas con sombrero blanco y buena fe. Y reza.
  4. Pedir favores de vuelta o cómo hacer linkbuilding de calidad
    Toca volver a todos aquellos que complaciste ante un "Anda, publícame allí” con un "Oye, enlázame aquí". No será fácil (tú no admitías notas de prensa a ojos ciegos, tampoco ahora sacarás un link de algo indigno), pero aquí entra el cupo de RRPP de todo linkbuilder. ¿Recuerdas cómo denegabas recompensa a los que exigían tu atención con malas artes o acosaban el teléfono de tu redacción? Bien, hora que las tornas han cambiado, no hagas tú lo mismo. Sé amable, véndete bien, ofrece algo a cambio. Ten dos dedos de frente, vaya.
  5. Sí, hiciste mal evitando la optativas de estadística en la carrera
    Google Analytics es tu amigo. No hay elección a menos que pagues software. Y aún si lo haces, ellos van a seguir allí, esperándote. Los números. Al final verás que no es para tanto, al menos cuando trabajes con métricas básicas. Luego la cosa se complica, pero si tienes claro qué necesitas saber, un poquito de paciencia y un buscador a mano, acabarás dando con las fórmulas que necesitas.

En definitiva, si eres de los de cualquier tiempo pasado fue mejor, cambia el chip. Sí, se liga menos siendo el chico del SEO; sí, el poco ego que alimentaba tu columna semanal o tu voz ante el micrófono no encontrará símil en las metatags. Pero puedes llegar a sentirte realizado con este trabajo. Cuánta gente te lee, a dónde llega tu web, cuánto aporta tu trabajo… ahora lo puedes saber. Y si Él tiene a bien de honrarte con una primera posición de vez en cuando, alabado sea.

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